Por Alejandro Cephas
“En nuestros días, cuando
el intelecto de los poetas, filósofos, científicos e investigadores parece
chocar con las bóvedas de lo posible, cuando la sutileza es reina sin discusión,
no hay verdaderos discípulos de Jesús”.
Siempre creí, erróneamente
que seguir a Cristo era para pocas personas que nacieran predestinadas. Pensaba
que eran los curas, las monjas, y esos hombres llamados pastores. Me llevó años
de mi infancia y adolescencia comprender que estos “Asalariados” no eran
verdaderos seguidores de Jesús, primero por los frutos que yo veía que ellos
mostraban y segundo porque no es la escogencia que cualquier persona hace de
una u otra iglesia y predicar lo que
estas enseñan; Cristo es el único maestro que puede instruir, y solamente Dios
escoge a quien le dará el “Cristo” para convertirlo en discípulo, no estos al
Cristo: “Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mi si no le fuere dado
del Padre…No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros.”
(Jn. 6:65 – 15:16, Mt. 11:21)
Cuando mi vida
superficial, como la de cualquier empresario capitalista, me sumergió en un abismo
que pensé no tenía salida, encontré una: retomé las palabras de Jesús y
comprendí que los VERDADEROS SOLDADOS DE CRISTO, no estaban precisamente formándose
en los lugares que toso creen y que Jesús los llamaba; no desde los templos donde
dice que no habitaría (Mt. 24:23 al 26), sino desde el lugar donde él mismo
dijo que estaría siempre: EL ESPÍRITU. Y así fue como ÉL me llamó a seguirlo y
me abrió el entendimiento:
LUCAS 14:25 “Grandes multitudes
iban con él; y volviéndose les dijo: Si alguno viene a mi, y no aborrece a su
padre y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia
vida, no puede ser mi discípulo. Y el que no lleva su cruz y viene en pos
de mi, no puede ser discípulo.”
MARCOS 8:34 Y
llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos
de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz y sígame.”
El mismo Jesús me
hizo ENTENDER, que yo podía estar entre esas grandes multitudes y llamaba también
a la gente que no era del grupo de los apóstoles, es decir, no a los 12 judíos
a quienes nombró exclusivamente para predicar y juzgar a las 12 tribus de Israel:
MATEO 10:5 A
estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones, diciendo: “Por camino de
gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis, sino id antes a las
ovejas perdidas de la casa de Israel. 19:28 Y Jesús les dijo: De cierto os digo
que, en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su
gloria, vosotros que me habéis seguido también os sentaréis sobre doce tronos,
para juzgar a las doce tribus de Israel.”
Debieron haber
muchos “Gentiles” entre esas multitudes que, junto a los 12 judíos, hicieron
los que el maestro les ordenó pero que, por su condición de no judíos, no
estarían en ese “redil aparte” e invitación a la primera boda (Mateo 22:8) como
esa sirofenicia o romano a quienes Jesús les dijo que ‘…ni en Jerusalén he
hallado tanta fe” y les reconoció con su palabra “Grande es tu fe” fe que los
judíos demostraron claramente no tener. Por eso después de cumplir con los israelitas,
Jesús se concentra en llamar a los gentiles: Mateo 12:18 y 21 “Pondré mi
espíritu sobre ÉL y los gentiles anunciará juicio…Y en su nombre esperarán los
gentiles.
Pero yo pensé,
como “gentil” que solo podía ocurrir hace 2000 años y que hoy día se le seguía de
la forma que lo han hecho las iglesias durante todo este tiempo. Pero
nuevamente leí: Mateo 24:35 “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no
pasarán”.
2 Pedro 3:8 “Mas,
oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor, un día es como mil años, y
mil años como un día.”
El Señor Jesús
vino hace dos días, y hace dos días está llamando a multitudes a ser sus discípulos!
Al igual que en milésimas de segundos ha de volver y necesita hallar obreros
trabajando en la siembra de su palabra. Para que nos halle al venir obrando en
su viña, para trabajar como siervo del Señor, se está obligado a como ÉL dice,
renunciando como lo hace cualquier soldado que se alista a un ejercito y va a
una guerra:
LUCAS 14:31 ¿O
qué rey, al marchar a la guerra contra otro rey, no se sienta primero y
considera si puede hacer frente con diez mil al que viene contra él con veinte
mil?...Así pues, cualquiera de vosotros
que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.”
MARCOS 10:29-30 “Respondió
Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o
hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa
de mí y del evangelio, que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas,
hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo
venidero la vida eterna.”
LUCAS 9:61-62 Entonces
también dijo otro: “Te seguiré, Señor; pero déjame que me despida primero de
los que están en mi casa. Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el
arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios.”
Me resistía tomar
literalmente estas palabras e insistía en “Interpretarlas” en la seguridad de
mi casa al igual que lo han hecho las iglesias que se amoldan a una vida cómoda
proporcionada por sus riquezas. Pero Cristo insistía en acabar con la
incredulidad:
LUCAS 16:13 “Ningún
siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro,
o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las
riquezas.”
MATEO 13:22 “El
que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de
este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace
infructuosa.”
Jesús no hace ninguna
concesión con nadie, aunque es cierto que es complaciente para los de afuera y
permitió semiadhesiones (Marcos 9:38) es para con sus discípulos de un rigor empeñado.
Estaba convencido de que habrían soldados perfectos, y ÉL jamás hubiera pedido
algo que el hombre no pudiera alcanzar:
MATEO 5:48 “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro
Padre que está en los cielos es perfecto.” 19:21 “Jesús le dijo: Si quieres ser
perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en
el cielo; y ven y sígueme.” 10:25 “Bástale al discípulo ser como su maestro, y
al siervo como su señor.”
Esa perfección
sería reconocida en otros que darían los mismos frutos que ÉL dio, cuyo rasgo característico
es que no llevarían consigo dinero o provisiones para el camino y solo viviría
de limosna y de hospitalidad. Las iglesias se sostienen con ingresos bien
conocidos, y sus “obreros” viven en instalaciones cómodas. Jesús no quería términos
medios. Fiel a su pensamiento de que las preocupaciones de esta vida confunden
y rebajan al discípulo, les exige un completo desapego de las cosas materiales,
una entrega absoluta a su obra:
MATEO 8:20 “Jesús
le dijo: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; más el Hijo
del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza.” Dad de gracia lo que recibiste
por gracia.! (Gratuitamente).
MARCOS 6:8 “Y les
mandó que no llevasen nada para el camino, sino solamente bordón; ni alforja,
ni pan, ni dinero en el cinto.”
JUAN 10:12 “Mas
el asalariado huye, y que no es el pastor huye, porque es asalariado y no le
importan las ovejas.”
El que dice que
permanece en unión con ÉL, está obligado él mismo también en seguir andando así
como ÉL anduvo.
El maestro llega
a las exigencias que ya no tienen limite, nos pide despreciar nuestras condiciones
naturales y quiere que no existamos mas que para ÉL, que se le amase a ÉL como
a nadie, que en estos momentos de guerra seamos sus soldados y apartemos las
necesidades del corazón, y olvidemos el placer de vivir, de ver, de sentir.
Sobrepasando toda medida se atreve a decir: “Si alguno quiere venir en pos de
mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera
salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del
evangelio, la salvará. Mateo 22:14 “Porque muchos son llamados, y pocos
escogidos.
Siempre hay la
esperanza de que hombre con fe tomen al pie de la letra las sublimes paradojas
de Jesús y lleven una autentica vida evangélica. Contra esos hombres siempre se
dirá que sus pretensiones ofenden a Dios, pero es porque han colocado la
perfección que nos exige Cristo como posible solo fuera de este mundo o
imposible por nuestra condición de hombres, justificando así la imperfección de
sus iglesias. Contra este error milenario el “Hijo del Hombre” responde: JUAN 17:15
“No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. No son del
mundo, como tampoco yo soy del mundo. Santifícalos en tu verdad; tu palabra es
verdad; Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo.
MARCOS 9:49 “Porque
todos serán salados con fuego (Palabra)
MATEO 5:13 “Vosotros
sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada?
No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.”
14 “Vosotros sois
la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. 16 Así
alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras.”
LUCAS 4:43 “Pero él les dijo: Es necesario que también a otras ciudades anuncie
el evangelio del reino de Dios; porque para esto he sido enviado.” MARCOS 16:15
“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.”
Pero las iglesias
se han conformado con “caridades” y “reglas” que han sometidos a monjes a practicas
muy lejos del ideal evangélico de Jesús y esto a ocasionado que el evangelio se
convirtiera en una utopía, en un sueño que muchos afirman imposible de realizar
y que solo puedo llevarlo a cabo Jesús. Prefieren creer la mentira de que Jesús
tomó su lugar en la cruz…que cómodo no?? A esos incrédulos Jesús les refuta con
una asombrosa energía:
JUAN14:12 “De
cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las
hará también; y aún mayores hará, porque yo voy al Padre.” 23 “Respondió Jesús
y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos
a él, y haremos morada con él.” MATEO 19:26 “Y mirándolos Jesús, les dijo: Para
los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es posible.”
Para ser discípulo
de Jesús solo hay que tener la fé que ÉL mismo tuvo al hacer la voluntad del
Padre, y podremos, no solo hacer realidad esta palabra, sino que mayores cosas
haremos, pues Jesús solo tuvo a su Padre, pero ahora serán ellos dos con nosotros:
JUAN 17:21 “para
que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos
sean uno en nosotros.”
Pero Dios con
tristeza nos dice: LUCAS 18:8 “ Os digo que pronto les hará justicia. Pero
cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?” parece que será muy,
pero muy poca. Lo que es indiscutible es que cuando venga Cristo a buscar su
rebaño, este no estará bajo un templo de ninguna denominación. Como se lo dijo
a la samaritana en el poso de Jacob, los verdaderos amadores del Padre lo amarán
en ESPÍRITU Y VERDAD, y esos sinceros y verdaderos cristianos estarán acostumbrados
a una sola voz que reconocerán, la de ese hombre que los inspiró con su afecto
sin límites, dejando en sus espíritus el germen de su doctrina. Tomará de “Si
mismo” a aquellos discípulos suyos no por creer esto o lo otro, a este o aquel,
sino por adherirse a ÉL y amarle. Jesús no fue católicos, apostólico ni romano,
no es un evangélico ni fundador de dogmas o templos ni un elaborador de símbolos;
es el iniciador de un nuevo espíritu en el mundo. Los falsos cristianos fueron,
por un lado, los doctores de la iglesia griega, quienes a partir del siglo IV
se empeñaron por una senda de pueriles discusiones metafísicas y por otro lado,
los escolásticos de la edad media latina, que quisieron extraer del evangelio
los millares de artículos de una “Suma Teológica” Hoy los falsos Cristo son los
que cuidan ovejas en los templos porque reciben salario. Del mismo modo, cuando
Cristo vuelva, reconocerá por sus discípulos no a quienes pretenden encerrarle por
completo en algunas frases de catecismo, sino a quien trabajan en la
continuación de su obra, uniéndosele de la manera que ÉL exige y no esperando
el reino de Dios sino dando frutos de él. Esto es lo que en un principio de
llamo CRISTIANO (significa “seguidor de Cristo”) El gran maestro de quienes se
refugian en este paraíso ideal es aun Jesús. Todo cuanto se ha hecho y se haga
al margen de esto, será estéril y fue y es anticristiano. El cristianismo puro
se presenta aun, al cabo de 20 siglos, con el carácter universal y eterno de la
religión definitiva de Jesús, fundada en el espíritu de la humanidad, fruto de
un movimiento completamente espontaneo de su PALABRA que se quedó con nosotros
siempre y nos hará recordar siempre las cosas que ÉL dijo:
Cualquiera que oye
estas palabras y las hace, le compararé con un hombre prudente…el que me ama mi
palabra guardará…Nadie tiene mayor amor que este, que un amigo de la vida por
sus amigos, y ustedes son mis amigos si hacen lo que yo mando…si me amáis
guardad mis mandamientos…y permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado
los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor…cualquiera que los haga y
enseñe, este será llamado grande en el reino de los cielos…si permanecieres en mí,
y en mis palabras.
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